- Por Máximo Ernesto Jaramillo Molina
Las dimensiones subjetivas en el análisis de problemáticas sociales suelen ser olvidadas o relegadas en términos de importancia, siendo colocadas por debajo de las dimensiones objetivas. Lo anterior es común, inclusive frente a la evidencia que muestra su relevancia para entender la realidad social. Es el caso del cumplimiento del derecho a la vivienda, donde suele relegarse la satisfacción de sus habitantes. El objetivo de este artículo es explorar un aspecto específico de la subjetividad acerca de las viviendas mexicanas: la satisfacción con la relación distancia-tiempo respecto de los centros escolares. La principal hipótesis es que esta variable subjetiva se relaciona con factores presentes en la vivienda (como su localización y demanda), con la insatisfacción de otros aspectos de esta, así como con algunos otros factores sociodemográficos.
La satisfacción residencial y con la vivienda es parte de los temas estudiados en el campo de la investigación social a nivel global. Si bien los aspectos subjetivos suelen ser relegados o puestos en segundo plano, aun así hay material importante que analiza de manera general la satisfacción con la vivienda.
Un marco conceptual para este tipo de análisis es el modelo sistémico de satisfacción residencial de Amerigo y Aragonés (1990), donde se relacionan los atributos objetivos y subjetivos del ambiente residencial con el grado de satisfacción. Además, dentro de las dimensiones de determinantes que se plantean como importantes, se habla de aspectos subjetivos y objetivos, así como de físicos y sociales, algo también analizado por Martínez (2017).
Dentro de los aspectos relacionados, se habla de la localización y proximidad de la vivienda con distintos servicios públicos, así como con satisfactores de necesidades. Entre ellos se encuentra la proximidad a los lugares de ocupación de las y los residentes, los centros escolares y de salud, los sitios para realizar la compra de víveres y otro tipo de espacios recreativos.
De todos los mencionados, en el presente artículo se destaca la importancia de la proximidad con los centros escolares. El aspecto de la desigualdad en el acceso a la educación de calidad en México es fundamental para comprender la reproducción de las vulnerabilidades en el país y, en general, de las desigualdades sociales (Jaramillo, 2021). Es por esto que el objetivo del artículo es profundizar en el conocimiento de las determinantes de un aspecto específico de la satisfacción residencial; a saber, la satisfacción con la proximidad (o la relación distancia-tiempo) entre las viviendas y los centros escolares. El siguiente apartado detalla los datos y el método de análisis utilizados, mientras que el resto de los apartados discuten, primero, el análisis estadístico descriptivo, y luego, el modelo estadístico inferencial. Se cierra el artículo con algunos comentarios finales.
Datos y método utilizado
Para analizar los determinantes de la satisfacción de los hogares con respecto a la distancia-tiempo hacia centros educativos, se utilizan los datos de la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020 (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática [Inegi], 2021). Esta encuesta recopila información sumamente importante acerca de diversos aspectos de las viviendas, como las características físicas, condiciones de tenencia y de financiamiento, la demanda de vivienda, los gastos financieros que genera, así como la satisfacción con su calidad y el entorno. Como ya se ha mencionado, este último aspecto, el subjetivo, es importante tanto por su alta relevancia como porque esta encuesta es de los pocos instrumentos que existen en el país con dicha información.
La ENVI cuenta con más de 55 000 observaciones de hogares, información representativa a nivel nacional, entidad y tamaño de localidad. Específicamente, hay 56 576 respuestas para la variable dependiente, que textualmente se pregunta como “¿Qué tan satisfechos están con la ‘distancia-tiempo’ entre esta vivienda y los centros escolares?”. Las respuestas captadas por esta variable son cuatro categorías, que van desde “muy satisfechos” a “nada satisfechos”, pasando por “algo satisfechos” y “poco satisfechos”.
Entre las variables independientes se incluyen la entidad federativa y el tamaño de localidad donde se encuentran ubicadas las viviendas de las personas encuestadas, el ingreso laboral mensual de los hogares,1 el sexo y la condición de ocupación laboral del jefe o jefa del hogar, la condición de integración en el hogar como monoparental o no, así como de miembros menores de 18 años (esto debido a la presunción de que puedan seguir estudiando y, así, requerir trasladarse a los centros educativos), y de padres o madres del o de la jefa del hogar, o su pareja (que presuntamente podrían colaborar en los trabajos de cuidados).
El método estadístico de análisis es una regresión logística ordinal, como la utilizan diversos autores en la bibliografía relacionada (Díaz, 2006; James III, 2009; Lu, 1999). Este modelo denota el riesgo de una mayor insatisfacción con la vivienda y la relación distancia-tiempo respecto de los centros educativos. El modelo estimado fue significativo tanto en su conjunto2 como en lo particular para la mayoría de las variables y sus coeficientes (con excepción de donde se indique en la sección de análisis). Además, el modelo cumple el supuesto de momios proporcionales. Los resultados se analizan en la sección correspondiente.
La relación de la satisfacción con otros factores
Antes de abordar los resultados del modelo estadístico inferencial, vale la pena analizar de forma descriptiva la relación entre la satisfacción con la vivienda y la relación distancia-tiempo a centros educativos, así como con el resto de variables asociadas. Lo primero a mencionar es que, a nivel nacional, 56% de los hogares se declara como muy satisfecho con la distancia entre las viviendas y los centros educativos, mientras que 27% se declara como algo satisfecho, 11% poco satisfecho y 6% nada satisfecho.
Este resultado, donde en términos generales es mayoritaria la satisfacción, va de la mano con la evidencia de otros análisis de satisfacción subjetiva para México (Jaramillo, 2016) que muestran que, si bien es generalizada la satisfacción en el país con distintos aspectos del bienestar, puede haber razones de naturalización de las precariedades, las cuales pueden sesgar el juicio al respecto. Dicha crítica a los análisis de la satisfacción subjetiva ha sido mencionada por Sen (1987) como un proceso de adaptación en los sujetos que han sido pobres gran parte de su vida. Es lo que Boltvinik (2005) conoce como la crítica de los gustos baratos.
Pero, más allá de las críticas que se pueden hacer a la generalizada satisfacción con el bienestar –o, en este caso, con la dimensión de las viviendas, su calidad y el entorno en que se ubican–, hay diferencias sumamente importantes en la satisfacción con la relación distancia-tiempo entre viviendas y centros escolares, de forma que, más que centrar el análisis en el valor absoluto de la satisfacción de los hogares, se hace énfasis en las diferencias relativas respecto de las distintas determinantes incluidas.
En ese sentido, la Gráfica 1 muestra las amplias diferencias en el grado de satisfacción con la distancia entre la vivienda y centros educativos, según entidades federativas. Es muy claro cómo las diferencias son amplias: mientras que estados como Nuevo León, Coahuila, Aguascalientes y San Luis Potosí rondan 70% de incidencia en la categoría “muy satisfecho”, del otro lado están Tabasco y Tlaxcala, que están cercanos a 40%. De hecho, en general, son estados del norte u occidente del país los que mencionan tener el mayor nivel de satisfacción, mientras que los estados del sur y centro son los que presentan los niveles más bajos (aunque la Ciudad de México destaca por estar en el cuarto lugar).
Como se analizará con el modelo estadístico, los resultados de este análisis descriptivo pueden estar relacionados con otras variables no observadas, por lo cual será en la siguiente sección, con el análisis inferencial, donde se obtendrán los resultados más reveladores.
La amplitud de las diferencias en la satisfacción se mantiene respecto de otra de las variables territoriales más importantes, la relacionada con la ruralidad o, de manera más general, con el tamaño de la localidad. En ese sentido, es claro que la mayor diferencia se observa al contrastar las localidades rurales (es decir, con menos de 2 500 habitantes), las cuales presentan 47% promedio de hogares muy satisfechos, frente a las localidades más urbanizadas (de 100 000 y más habitantes), con 61 % de hogares en el mismo indicador. De forma simétrica, la incidencia de los hogares “nada satisfechos” se duplica en el caso de las localidades rurales respecto del otro grupo comparado.
De igual forma, el análisis estadístico descriptivo alcanza a evidenciar otras diferencias importantes: los ingresos laborales del hogar muestran una gradación de mayor satisfacción mientras más aumentan los ingresos (con excepción del quintil I); la condición de empleo muestra una muy leve menor satisfacción para los hogares donde está ocupado el jefe o la jefa del hogar; y la presencia de otros adultos –por ejemplo, los padres o madres de las y los jefes del hogar– se asocia con una mayor satisfacción.
Como ya se mencionó, los resultados del análisis descriptivo tienen la problemática de no separar los efectos conjuntos que tienen las distintas variables independientes sobre la satisfacción de los hogares con la distancia-tiempo respecto de los centros escolares. Dado lo anterior, a continuación se presentan los resultados del modelo estadístico inferencial anunciado en apartados previos.
Discusión de resultados
Como ya se dijo, se utilizó un modelo estadístico de regresión logística ordinal que permitió analizar las respuestas categóricas de la variable dependiente acerca del resto de factores probablemente asociados. Así, pues, los resultados que se discuten enseguida presentan una aproximación robusta a la relación de algunos factores respecto de la dimensión subjetiva de la satisfacción con la “distancia-tiempo” percibida entre la vivienda de las personas encuestadas y los centros escolares. En este caso específico, los resultados se muestran en términos de las razones de momios de los coeficientes.3
Según estos resultados, una de las determinantes más importantes para la mayor insatisfacción con la variable independiente es el tamaño de la localidad donde se ubica la vivienda. En este caso, vivir en una localidad de entre 15 000 y 100 000 habitantes aumenta en 18% el riesgo de tener una mayor insatisfacción; una de 2 500 a 15 000 aumenta el riesgo en 31%; y una de menos de 2 500 habitantes aumenta el riesgo en 60% (esto respecto de las localidades con 100 000 o más habitantes). Lo anterior confirma claramente la sospecha del tamaño de localidad –específicamente de las localidades con menos habitantes– como una de las principales determinantes de la satisfacción con la relación distancia-tiempo entre la vivienda y los centros escolares: las localidades más pequeñas (generalmente más dispersas territorialmente) tienden a una mayor insatisfacción, muy probablemente asociada con distancias más largas.
Además del tamaño de la localidad, se controló por entidad, encontrando significancia estadística en la mayoría de ellas (con excepción de cuatro de las 32 entidades). Tales resultados muestran que los estados donde más se incrementa el riesgo de una percepción insatisfactoria de la “distancia-tiempo” entre la vivienda y los centros escolares son los estados del sur y cercanos a la capital del país, como Tabasco, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Guerrero. Por su parte, las entidades que se relacionan con menor riesgo a presentar tal percepción insatisfactoria son Nuevo León, Colima, Baja California Sur, Chihuahua y Jalisco.4
Por otro lado, el modelo estadístico también confirma que, controlado por el resto de variables incluidas, el ingreso de los hogares es un fuerte determinante de la satisfacción medida por la variable dependiente. Así, pues, por ejemplo, el incremento del ingreso del hogar en 10 000 pesos se asocia con una disminución en 9.2% de la insatisfacción con la “distancia-tiempo” entre viviendas y centros escolares, a pesar del control por las otras variables incluidas en el modelo. Dicho de otro modo, los hogares con menos ingresos tienden a tener mayor insatisfacción, un efecto independiente más allá del tamaño de la localidad y las otras variables tomadas en cuenta.
Otra variable que confirma su importancia mediante los resultados arrojados por el modelo es la ocupación laboral del jefe o jefa del hogar. En este caso, en los hogares donde el jefe o la jefa está ocupado laboralmente –en trabajo extradoméstico, según lo define Damián (2003)– se observa un aumento de 8% en el riesgo de presentar mayor insatisfacción en la variable dependiente. Esto, a la par de los resultados respectivos en los hogares con integrantes menores de edad (donde se presenta 4% más de riesgo) y los hogares extensos integrados también por el padre o la madre del jefe o jefa del hogar o de su pareja (con 10% menos de riesgo), es evidencia de cómo el tipo y la composición del hogar, así como otras variables asociadas con el tiempo disponible de los integrantes (como la condición de ocupación remunerada fuera de casa), condicionan y determinan de forma importante este aspecto subjetivo de la satisfacción con la vivienda, específicamente en cuanto a su relación en distancia-tiempo respecto de los centros escolares.
Discusión de resultados
En síntesis, los resultados del modelo logístico muestran evidencia robusta de cómo los aspectos subjetivos y de percepción como, por ejemplo, la satisfacción con la vivienda, pueden estar relacionados con factores objetivos del hogar y las personas que lo integran. En general, la satisfacción con aspectos específicos de la vivienda, como su relación de distancia-tiempo respecto de diversos servicios o centros que son fundamentales satisfactores de bienestar, queda claramente relacionada con diversos determinantes objetivos.
En particular, la relación de la vivienda respecto de los centros educativos se asocia con determinantes claros que posibilitan o dificultan las condiciones, especialmente de tiempo disponible, para el cumplimiento de la necesidad de llevar a integrantes del hogar a las escuelas; condiciones como la ocupación laboral (extradoméstica) o la conformación del hogar monoparental o de hogares extensivos con más personas adultas como integrantes, todas son variables que explican la satisfacción de los hogares con respecto a la vivienda y los centros educativos.
Claramente, el aspecto territorial es innegable y, aunque no se tiene información precisa de la distancia o el tiempo de traslado que separa a las viviendas de los centros educativos, es fácil intuir que el resultado que muestra cómo es mayor la insatisfacción para los hogares ubicados en localidades rurales y en estados del sur y centro del país, con mayores niveles de pobreza y rezago en oferta de centros educativos, habla de un problema estructural relacionado con la dispersión geográfica y las dificultades de movilidad. Todos estos serán aspectos importantes por tomar en cuenta para evaluar las posibles acciones de políticas públicas que busquen elevar la satisfacción de los hogares con sus viviendas.
Notas
1. Para obtener esta variable, primero se construye el ingreso mensual por persona (la variable original muestra los ingresos en distintas posibilidades de periodicidad: semanal, quincenal, mensual y anual) y, luego, se suma a nivel hogar. Para el caso del análisis descriptivo se utiliza esta variable categorizada en quintiles de ingreso.
2. Medido en este caso por la prueba de chi2 asociada al indicador del “log likelihood” (log verosimilitud).
3. Es decir, son los coeficientes exponenciados, de manera que un valor de 1 es evidencia de la independencia estadística entre la variable dependiente y la independiente.
4. Por su cantidad, los resultados de estos coeficientes no se incluyen en la gráfica.
Referencias
Amérigo, M. y Aragonés, J. I. (1990). Residential satisfaction in council housing. Journal of Environmental Psychology, 10(4), 313-325. https://doi.org/10.1016/S0272-4944(05)80031-3
Boltvinik, J. (2005). Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano. Volumen I. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente. http://www.julioboltvinik.org/wp-content/uploads/ TESIS/volumen_I.pdf
Damián, A. (2003). La pobreza de tiempo. Una revisión metodológica. Estudios Demográficos y Urbanos, 18(1), 127-162. https://doi.org/10.24201/edu.v18i1.1173
Díaz Serrano, L. (2006). Housing Satisfaction, Homeownership and Housing Mobility: A Panel Data Analysis for Twelve EU Countries. En IZA Discussion Papers (Núm. 2318; IZA Discussion Papers). Institute of Labor Economics (IZA). https://ideas. repec.org/p/iza/izadps/dp2318.html
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2021). Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020. https://www.inegi.org.mx/ programas/envi/2020/
James III, R. (2009). Customer satisfaction with apartment housing offered by Real Estate Investment Trusts (REITs). International Journal of Consumer Studies, 33(5), 572-580. Wiley Online Library.
Jaramillo Molina, M. E. (2016). Mediciones de bienestar subjetivo y objetivo: ¿complemento o sustituto? Acta Sociológica, 70, 49-71. http://dx.doi.org/10.1016/j.acso.2017.01.003
Jaramillo Molina, M. E. (2021). ¿El talento de los hijos o el varo de los papás?: Meritocracia y desigualdad educativa en México. Revista Este País, mayo 2021. https://estepais.com/tendencias_y_opiniones/desigualdad-educativa/ el-talento-de-los-hijos-o-el-varo-de-los-papas-meritocracia-y-desigualdad-educativa-en-mexico/
Lu, M. (1999). Determinants of Residential Satisfaction: Ordered Logit vs. Regression Models. Growth and Change, 30(2), 264-287. https://doi.org/10.1111/0017-4815.00113
Martínez Ibarra, A. e Ibarra Salazar, J. (2017). Los determinantes de la satisfacción residencial en México. Estudios Demográficos y Urbanos, 32(2), 283-313. https://doi.org/10.24201/edu.v32i2.1635
Sen, A. (1987). The standard of living. The Tanner Lectures, Clare Hall, Cambridge, 1985. https://scholar.harvard.edu/sen/ publications/standard-living